Sin lugar a dudas, estamos atravesando un proceso de inflación a nivel mundial ciertamente preocupante. La falta de materias primas en muchos sectores esenciales está provocando un caos logístico sin precedentes. Esta subida de precios generalizada, unida a una constante situación de incertidumbre pandémica, está causando un panorama mundial crítico en todos los sentidos.
Uno de los sectores que más se está viendo afectado por la falta de materias primas es el del autoconsumo. La creciente demanda de paneles solares a nivel mundial está desencadenando a muchas empresas a comunicar a sus clientes la imposibilidad de garantizar su suministro o subir sus costes. La situación es altamente preocupante, pero ¿hasta cuándo viviremos estas circunstancias? Continúa leyendo y sabrás la respuesta.
Es complicado definir las causas de la falta de materias primas, pues es un problema que depende de muchos factores. Principalmente, nos vamos a fijar en dos: un modelo de crecimiento basado en la contaminación y el escenario de pandemia que ha vivido el mundo a raíz del COVID-19. Como veremos a continuación, la aparición del segundo factor ha trastocado por completo al otro, pues no se tenía ningún plan para ello.
Comencemos situándonos a mediados del siglo XIX, en plena época preindustrial. Aquí se constituyó un modelo económico que basaba su crecimiento en base a contaminar. Es decir, no importaba la cantidad de emisiones, lo importante era producir y producir. Ya a finales del siglo XX se empezaron a ver las primeras manifestaciones del cambio climático, y en pleno 2021 podemos decir que es una realidad.
Digamos que el planeta nos está diciendo basta, que tenemos que producir con fuentes más sostenibles. El problema aparece cuando gran parte de los países no están preparados para ello. El resultado es una caída mundial de la producción y la consiguiente falta de materias primas, puesto que es más difícil producir y el colapso de un material afecta de forma directa a todos.
Otro de los problemas que han provocado la falta de materias primas ha sido el escenario de pandemia que ha atravesado el mundo. La caída y la pausa del comercio internacional provocó una paralización en la producción global. Una vez se ha vuelto a reactivar la economía, el sistema no ha dado abasto para hacer frente a una demanda desmesurada, pues no existen condiciones que había antes del COVID-19.
Realmente sí. Ya explicamos las causas de la tendencia de los precios de la energía, pero las diferentes situaciones internacionales explicadas que se están viviendo provocan la falta de materias primas. La energía es imprescindible para producir cualquier cosa. Por tanto, si subimos su precio, los costes de producción y, por consiguiente, de venta, serán mucho mayores.
Supongamos que trabajamos en el sector de la construcción y vamos a realizar la obra de un edificio. Probablemente, los costes de adquisición del acero, del cobre o cemento hayan subido y exista falta de estas materias primas porque su producción ha sido más cara al subir el precio de la energía. A su vez, esto afecta al consumidor final, pues ve como el precio de venta es más alto y hay un descenso de la oferta.
Es complicado definir qué sectores se han visto perjudicados por la falta de materias primas, pues la gran mayoría han visto afectada su producción. No obstante, hay sectores clave para cualquier país desarrollado que ven cómo su productividad baja de forma constante. Estos son algunos de ellos:
Otro de los sectores al que está afectando la falta de materias primas es el del autoconsumo solar. Y no solo en España, sino a nivel mundial. El hecho de apostar por las energías renovables y, en concreto, por la solar fotovoltaica, está provocando un exceso de demanda para una oferta muy limitada en la actualidad.
Los altos precios de la energía, el perfeccionamiento técnico y la gran cantidad de ayudas que existen para adquirir una instalación de autoconsumo, ha causado un boom en la compra de paneles solares. A muchos productores les ha pillado de imprevisto, pues algunos no pueden satisfacer la demanda por la falta de materias primas que hemos comentado a lo largo de toda la entrada.
Concretamente, es notoria la falta y el alto coste del vidrio y polisilicio (material fotovoltaico) en la producción mundial de paneles solares. Pero no son las únicas materias primas. El acero, el aluminio, la plata o el cobre, también tienen una disponibilidad muy escasa en el proceso productivo. Todo ello, está provocando una incertidumbre manifiesta en un momento en el que se debe apostar por las energías renovables.
La respuesta es incierta. En el sector, se entiende que la falta de materias primas en el autoconsumo va a ser algo totalmente estacional. No hay que crear falsas esperanzas, ya que la realidad y los acontecimientos internacionales se suceden día sí y día también. Sin embargo, es muy previsible que una vez la economía mundial se vuelva a estabilizar, el mercado de paneles solares también lo haga y siga con las buenas prestaciones que ofertaba.
En un modo más amplio, también podemos llegar a esa conclusión. Es complicado poner una fecha, pero todo pasa por superar y estabilizar un proceso de pandemia y apostar por las energías renovables para parar el precio de la luz. Los más optimistas hablan de mediados de 2022 como fecha clave. Veremos si aciertan en sus previsiones.
Seguramente, muchos de vosotros os habréis dado cuenta cuando habéis ido a hacer la compra que los precios han subido de forma generalizada. La razón es porque nos encontramos en un momento de inflación más grande de lo habitual. Es difícil atribuir este momento a una causa, pero la falta de materias primas por el alto coste del precio de la energía, tiene gran parte de la culpa.
La mayoría de los sectores se ha visto inmerso en este problema. Uno de ellos ha sido el del autoconsumo solar, el cual, está desbordado ante una demanda cada vez mayor y ante unos costes de fabricación mucho más elevados. No sabemos cuándo acabará esta situación, lo que sí aventuramos a decir es que todo finalizará cuando la economía se reestructure y se recupere del COVID-19 y cuando se tenga un acuerdo mundial sólido que apueste por las energías verdes y limpias.
